Declaración de intenciones, o bienvenida.

Hay un alivio inmensurable al dejar escapar aquello que te ahoga la garganta para poder respirar a pleno pulmón sin restricciones. Algo similar ocurre cuando la idea de lanzar mi primer blog llega a la cabeza. Descanso. Canal de salida. Liberalización...y supongo que la necesidad infinita de comunicación que todos tenemos y que cuando se hace realidad, y se comparte, trae consigo esa sensación de desahogo.

He soñado siempre ser periodista, no recuerdo cómo fue ni cuándo exactamente la decisión fue tomada, todo ha sido un natural impulso que se ha ido fraguando a través del esfuerzo y el apoyo de los que vieron en mis ojos el brillo del deseo. Aún no sé si lo he conseguido, tengo un título que lo certifica, casi diez años de profesión que me avalan, pero sin embargo sigo luchando por el mismo sueño. Ser periodista.

Lo que significa esta profesión creo que no lo alcanzan la mayoría de los ejercientes.
No veo periodistas en redacciones anodinas que leen comunicados de prensa y lidian las noticias a propósito del que paga y al que le interesa. Yo también lo he hecho.


Busco Ítaca, quiero ver los cíclopes, dragones y mercados que olió, sintió, y pasó Ulises, y no quiero que ellos vengan a buscarme, quiero encontrarlos cuando me aferro al mapa, cuando me pierdo y encuentro algo distinto que me da la séptima pista. Busco Ítaca con sus pros y sus contras.

Sigo buscando compañeros de viajes, a algunos los he dejado en el camino y aunque ellos creen que ya no están, que se esfumaron en el tiempo y en el espacio, siguen estando ahí, aquí, conmigo. Otros vamos caminando juntos, escuchando risas y limpiando lágrimas. Aún espero tantos que no han aparecido y que Ojalá me llenen de aventuras y alegrías la vida, como yo me comprometo también a hacerlo.

Este blog surge sin ánimos serios de ejercer la profesión que amo, es un escape del alma que no quiero ponerle cordones y que él mismo me lleve a donde tiene que ir sin guías, sin prejuicios y premeditaciones.

No sé quién más de mi pudiera estar interesado en leer las hazañas de esta isleña que le asfixia, por el momento, el espacio limitado entre el mar y la isla, pero que respira hondo cada vez que llega a una de las casas "de las siete puertas" (gracias Pedro G.) porque es cuando el aire es más puro.