Rebelión de domingo.

Es domingo, la semana desaparece.

Reviso el blog y me doy cuenta de que este master me está consumiendo más de la cuenta. No he actualizado desde hace... demasiado.

Decido escribir, escribir por escribir, como liberación y como deber.

Pienso en la cantidad de cosas que podría contar y todas me parecen poco interesantes. Quizá es apatía.

Abro el Windows Media Player y encuentro algo de Joaquín Rodrigo, el Concierto de Aranjuez, y elijo el Adagio. Después de un fin de semana salsero, está bien cambiar el estilo e ir en busca de inspiración.

No llega.

Así que decido centrarme en dejar escapar algunos pensamientos inconexos.

Me acuerdo de abuelo, a menudo viene a la memoria, o al corazón.

Me acuerdo de abuela, que a esta hora debe estar durmiendo, o intentándolo.

Pienso en mañana y la fuerza que tengo que tener para sobrellevar la arrogancia.

Cambio el pensamiento por este agradable fin de semana.

4 Películas y una obra de teatro. Demasiado.

Becoming Jane, Catch a fire, The Chorus and Cop Land. Boeing Boeing.

Imágenes del acto de esta tarde, Nelson Mandela estuvo en el British Museum, un acto de celebración del 200 aniversario de abolición de la esclavitud. Resistance and Remembrance.

Lloré.

La vida es desequilibrada. Injusta. Con una gran carga de suerte en ella. No elegimos casi nada.

Pero puede ser hermosa.

Me acurruco sumando instantes de amor, afecto, Vitamina A, como dice mamá.

Vienen con muchos ceros a la derecha.

Es tarde y siento que tengo apagar el ordenador. Se ha acabado el Adagio y le sigue una canción de Corinne Bailey: Trouble sleeping. ¿Y si me pasa a mi hoy?

Me rebelo. Buenas noches.