Una verdad inconveniente

¿Imaginas que paisajes como este desaparecieran?
S.O.S desde la Tierra.

Me levanté demasiado temprano y en vez de acurrucarme tantas veces como las necesarias para darme cuenta de que es imposible conciliar el sueño de nuevo, como cualquier otro domingo, encendí la tele y decidí, por fin, dedicarle una hora y media a la película ganadora del Oscar al mejor documental en este año: An Inconvenient Truth, o Una verdad inconveniente, dirigida por Davis Guggenheim.

El que fue candidato a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de 1999, Al Gore, que se presenta diciendo "fui el próximo presidente de EE.UU" presenta una magistral conferencia donde argumenta qué ha pasado y qué pasará con el calentamiento de la Tierra, que es el tema de la película, y que supone un empuje a la batalla del exvicepresidente para salvar el planeta, un arma más que se suma para llevar el mensaje al gran público.

El Global Warming es un hecho, no una teoría que muchos han intentado desargumentar, y Al Gore lo califica como un tema moral más que político para la humanidad, en más de un millar de conferencias ya impartidas por todo el planeta.

La exposición de los hechos se dan de forma serena y con cierto tono de humor que dan dinamismo a una conferencia en la que cada dato, cada referencia, están dados en base a estudios científicos, lo que consigue devastar a todos aquellos opuestos a la teoría de que la Tierra está sufriendo un incremento de la temperatura extraordinario a cualquier ciclo geológico:

• El número de huracanes de categoría 4 y 5 se ha duplicado prácticamente en los útimos 30 años.


• La Malaria se ha difundido hasta altitudes más altas de lo normal, llegando hasta lugares como los Andes en Colombia, con 7.000 pies de altura sobre el nivel del mar.


• La caída del hielo en los glaciares de Greenland ocurre el doble de veces en tan sólo la última década.


• Al menos 279 especies de plantas y animales sufren ya el efecto del calentamiento global.
• ...

Nosotros, todos los que componemos esta generación, podemos cambiar uno de los temas cruciales en la historia de la humanidad.

Pese a la alarma necesaria ante el tema, no significa que sea irremediable, de hecho, si todos los países, entre ellos EEUU que aún se niega a firmar el protocolo de Kioto, así como todos los ciudadanos del mundo, hicieran lo necesario para reducir las emisiones de dióxido de carbono, e impulsaran iniciativas ecológicamente amables, el cambio podría ser radical, pero necesitamos ser conscientes de ello y exigir a los políticos, desde los locales hasta los líderes de las grandes naciones, que actúen en consecuencia.

Una película más que recomendable para todos aquellos que aún dudan de que estamos ante la gran amenaza de nuestra generación; y para los que ya estaban convencidos, una manera de concienciarse sobre la importancia de nuestro papel en el gran cambio.